Escribo
porque tengo la rabia de la angustia,
la inconsciencia de las noches vacías,
la soledad del árbol derribado.
Escribo
porque la lluvia me enamora,
la tristeza me hace daño
y lo que nunca fui reclama su existencia.
Escribo
porque de vez en cuando los ojos se vuelven ríos,
suda la piel esperanza,
alguien soy a través de la palabra,
y alimento mis poros de espejismos
y me pierdo en surcos de recuerdos
y sueño que los sueños son perennes
como el tiempo
Escribo
porque el silencio no tiene historia
y la entrega es parte de mi esencia,
destruyo y creo
dueño de la voz, partícipe del miedo,
y delineo mi carga de abismos y promesas,
mi albergue lo construyo sin cerrojos ni puertas
para que fluyan las palabras del aire
rompiendo la distancia de los cuerpos.
ARY
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