martes, 23 de febrero de 2010

LA PALABRA EN EL TIEMPO



LA PALABRA EN EL TIEMPO


                                       Foto ARY



El tiempo y tú son facetas
de única moneda,
son comienzo y final de trayectoria,
roturas del silencio.
El tiempo y tú se dan la mano
y construyen tempestades,
analizan el surco de la futura rosa,
abandonan la sed de los amantes.
Lluvia son de esperanza
y cometa de destierros,
el tiempo y tú
sembradores de sueños.

El tiempo y tú son
el testigo y su escribiente,
son el abismo insondable
y su saeta de fuego,
la penumbra
y
(por qué no decirlo)
hasta el miedo.

El tiempo y tú son estudiosos de la música,
conocen el rumbo de los vientos,
pueden
en una concha de mar
apresar el rumor de un recuerdo.
Si el tiempo y tú quisieran
podrían cambiar el contorno de la tierra,
producir fresas amarillas
y en lugar de gases
envolver de ríos las estrellas
(Si el tiempo y tú quisieran)

El tiempo y tú son
fusión de expresión e infinito,
lectura de voces milenarias
y vocablos futuros de momentos inéditos.
Fácil es descubrirlos
en las piedras que el cincel ha bruñido,
en las manos que gritan su esperanza
y en las viejas pupilas
que el tiempo y tú han consumido.

El tiempo y tú abrieron la ventana
por la que observo la savia
infatigable de mis hijos,
la angustia -compañera insobornable-,
espejos,
pasos y caminos.
El mío es
uno más en el tiempo de un infinito libro.

ARY

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